Contenido del artículo
-
-
- Berberina
- Creatina
- L-carnitina
- Carnosina
- Zinc
- Magnesio
- Coenzima Q10
- Vitaminas del complejo B
- Vitamina K
- Canela
- Espirulina
- Otros
-
Ya sabías que llegaría un momento en el que habláramos de suplementos. Porque nada nos gusta más que una fórmula mágica que nos ahorre todo esfuerzo y nos otorgue una larga y próspera vida.
Ahora es cuando te digo que esta fórmula mágica no existe. No lo digo yo, lo dice la evidencia científica. Y es que los suplementos tienen un efecto mucho menor que el que tienen la actividad física, la dieta y la medicación (de los que te he hablado aquí, aquí y aquí respectivamente). Eso sí, los respalda una gran interés económico, que provoca inversiones millonarias en marketing y que nos la cuelen (o al menos lo intenten) continuamente.
No obstante, algunos suplementos (solo algunos, siento fastidiarle el negocio al herbolario) han demostrado cierta efectividad en el control glucémico de la diabetes. Por ello, voy a dar una pincelada sobre estos. Más adelante, si tienes interés, concretaré sobre su mecanismo de acción o las dosis recomendadas de alguno de ellos.
Berberina
La berberina es un alcaloide que se encuentra en plantas de la familia Berberis y que ha sido ampliamente utilizado en la medicina tradicional china. Es uno de los suplementos más estudiados y que mejor resultados ha dado.
Se ha demostrado eficaz para mejorar el control de la glucosa, para disminuir los lípidos en sangre (el famoso colesterol) y para reducir la presión sanguínea. Un todo en uno. No olvidemos que las personas con resistencia a la insulina suelen ir acompañadas de niveles peligrosos de lípidos en sangre y de tensión arterial por encima de lo saludable.
Por si fuera poco, se ha visto que ayuda a la regeneración de las células β del páncreas y a que recuperen la función, es decir, a que vuelvan a liberar insulina.
Este es en mi opinión el suplemento más eficaz para mejorar nuestra salud. De nuevo, no debe sustituir las intervenciones de estilo de vida, pero puede ser un muy buen complemento. Si tienes interés, realizaré una entrada sobre la berberina en exclusiva.
Creatina
Voy con uno de mis suplementos favoritos y el que más evidencia científica tiene detrás: la creatina. Es un suplemento tradicionalmente utilizado en deportes de fuerza, como la halterofilia, el powerlifting o el culturismo. Sin embargo, ha demostrado efectos neuroprotectores en patologías neurodegenerativas como alzheimer o mejoras en los síntomas y calidad de vida de personas con fibromialgia. Se ha estudiado en muchas y diversas patologías, y por ello la diabetes no podía ser menos.
Se ha visto que favorece una mayor movimiento de transportadores glut4 desde el citosol a la membrana celular (ya sabes que son los transportadores que introducen la glucosa dentro de la célula). Debido a esto los pacientes que la toman muestran mayor tolerancia oral a la glucosa y mejores valores de hemoglobina glicada. En resumen, mejora el control glucémico.
Eso sí, para que actúe correctamente, la creatina debe ir acompañada de ejercicio físico.
L-carnitina
Este es un suplemento del que siempre fui muy escéptico, pero las últimas revisiones me han hecho recapacitar. La carnitina forma parte de 2 enzimas que se encargan de transportar los ácidos grasos al interior de la mitocondria. Por lo visto, sus efectos en sujetos delgados son limitados, en cambio parece efectiva en aquellos con pacientes con sobrepeso y sobre todo en aquellos con obesidad.
Se han observado mejoras en la tensión arterial y en los valores de glucosa en ayunas, triglicéridos y colesterol HDL.
Carnosina (β-alanina)
Es un dipéptido presente en las células del organismo, especialmente en el tejido muscular y formada por 2 aminoácidos: L-histidina y β-alanina. La función más estudiada de la carnosina es la de tampón del pH celular, es decir, evita que el pH dentro de la célula varíe. No obstante, parece que tiene más funciones, como la de actuar como antioxidante.
La mejor forma de aumentar la cantidad de carnosina en el organismo es suplementar con uno de los aminoácidos que la componen, en concreto con la β-alanina, ya que se ha visto que si suministramos carnosina directamente su biodisponibilidad es muy baja.
En cuanto a sus beneficios, se han observado mejoras en los niveles de glucosa e insulina en ayunas, en la sensibilidad a la acción de la insulina y en los valores de hemoglobina glicada (HbA1c).
Zinc
El zinc es un microelemento que participa en los distintos procesos metabólicos de la insulina: síntesis, almacenaje, liberación y acción. Además, parece que favorece la translocación del transportador glut4, como hace la creatina.
Los estudios muestran que los diabéticos tipo 2 con buen control glucémico tienen mayor cantidad de zinc en comparación con aquellos con mal control glucémico.
De hecho, una revisión de 20 estudios asevera que la suplementación con Zinc tiene efectos beneficiosos sobre la hemoglobina glicada, los niveles de glucosa en ayunas y los de los lípidos en sangre. Lo mismo afirma otra revisión con 32 estudios.
Magnesio
El magnesio actúa por unas vías distintas a la anteriores. Es factor limitante en enzimas que intervienen en el metabolismo de la glucosa y de la insulina. Además, modula la liberación de insulina por parte del páncreas. De ahí que niveles deficientes de magnesio puedan empeorar nuestra gestión de los niveles de glucosa.
Se ha visto que la suplementación con magnesio mejora la sensibilidad a la insulina y el control glucémico y reduce los niveles de insulina.
Coenzima Q10
La coenzima q10 es un antioxidante, presente de forma natural en nuestro organismo, con la función de eliminar radicales libres y proteger nuestras células de la oxidación. Sabemos que los radicales libres pueden agravar la resistencia a la insulina, interferir con la señal insulínica y empeorar la salud mitocondrial.
También sabemos que, igual que sucedía con el zinc, los diabéticos tipo 2 presentan valores más bajos de coenzima q10 que los sujetos sanos. Por lo tanto, la suplementación con coenzima q10 (también llamada ubiquinol) debería ayudarnos a mejorar nuestro estado oxidativo y por tanto el control glucémico.
Y esto es lo que vemos en los estudios. Estos muestran una reducción de la glucosa en ayunas y de la hemoglobina glicada. Además, puede ayudar a disminuir los triglicéridos y aumentar el colesterol HDL (“el bueno”).
Vitaminas del complejo B
El complejo B está formado por multitud de vitaminas hidrosolubles: B1, B2, B3, etc. Y siento decirte que no todas han mostrado efectos positivos en los pacientes diabéticos (o al menos no los suficientes como para que yo las recomiende).
Sin embargo, dentro de este grupo hay 3 que si presentan cierto respaldo científico: la vitamina B1, la B6 y la B12.
La vitamina B1 o tiamina ha demostrado reducir los niveles de glucosa y de leptina. También se ha visto efectiva en la reducción en la excreción de albúmina a nivel renal, lo que podrían ser buenas noticias para aquellos diabéticos con patología renal.
La suplementación con vitamina B6 o piridoxina ha demostrado reducir los niveles de insulina y mejorar la sensibilidad a esta hormona. Además, se ha visto que en combinación con la vitamina B1 reduce la glicación del ADN de las células en pacientes diabéticos.
Así como los diabéticos si muestran valores reducidos de las vitaminas anteriores, los valores de la vitamina B12 suele ser adecuado. ¿Por qué suplementar con ella entonces? Pues porque se ha visto que la metformina, el antidiabético oral por excelencia, disminuye la absorción intestinal de esta vitamina B12 y puede conducir a carencias.
La vitamina B12 o cobalamina es una vitamina necesaria, solo presente en alimentos de origen animal y que es vital para los procesos cognitivos.
Vitamina K
Al contrario que las anteriores, esta es una vitamina liposoluble, por lo que de pasarnos con la dosis podría acumularse y llegar a ser tóxica. Podemos encontrarla en 2 formas, VK1 y VK2, ambos presentes en la naturaleza (el primero en verduras de hoja verde y el segundo en lácteos y otros alimentos fermentados).
Parece que actúa mejorando la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina, como la creatina, aunque de una forma distinta. En este caso, aumenta la secreción de hormonas incretinas, como son el GIP (péptido insulinotrópico) y GLP-1 (péptido similar al glucagón), que contribuyen a mejorar los niveles de glucosa en ayunas y la hemoglobina glicada.
Canela
Vamos con el último suplemento con eficacia demostrada. La canela ha demostrado moderadas reducciones en los niveles de glucosa en ayunas y en la hemoglobina glicada.
Aunque hay varios tipos de canela, la canela de Ceylán y la de Saigón son las que menores niveles de cumarina presentan, una molécula que en elevadas cantidades es tóxica para el organismo. Por eso mi consejo es utilizar cualquiera de estas dos.
Como ya he dicho, sus efectos son solo modestos, pero no está de más acompañar el café o el yogur con una buena cantidad de canela para aprovechar sus beneficios, por leves que sean.
Espirulina
La espirulina es una cianobacteria de origen marino (es una microalga) utilizada como nutracéutico por su elevado valor nutricional. Conocida tradicionalmente por la alta calidad de su aporte proteico, parece que la espirulina es algo más.
Se ha observado que mejora el perfil lipídico, es decir, los niveles de colesterol. También disminuye la glucosa en ayunas y la insulina. No obstante, todavía se desconoce el mecanismo real por el que se producen dichos efectos.
Otros
Suplementos como el Cromo, la Glutamina, la vitamina D o los ácidos grasos omega-3 generan cierta controversia. Hay estudios que muestran efectos positivos, mientras que hay otros que no encuentran ningún efecto o al menos ninguno estadísticamente significativo.
Por eso no voy a hablar de ellos. No obstante, permaneceré atento a los estudios que vayan surgiendo y si alguno es digno de mención, no dudes de que aparecerá por aquí.
Referencias:
LAN, Jiarong, et al. Meta-analysis of the effect and safety of berberine in the treatment of type 2 diabetes mellitus, hyperlipemia and hypertension. Journal of ethnopharmacology, 2015, vol. 161, p. 69-81.
GUALANO, Bruno, et al. Creatine in type 2 diabetes: a randomized, double-blind, placebo-controlled trial. Med Sci Sports Exerc, 2011, vol. 43, no 5, p. 770-8.
CHOI, Munji; PARK, Seongmin; LEE, Myoungsook. L-carnitine’s effect on the biomarkers of metabolic syndrome: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Nutrients, 2020, vol. 12, no 9, p. 2795.
MATTHEWS, Joseph J., et al. Effect of carnosine or β-alanine supplementation on markers of glycemic control and insulin resistance in humans and animals: a systematic review and meta-analysis. Advances in nutrition, 2021.
BEHROUZ, Vahideh; DASTKHOSH, Ali; SOHRAB, Golbon. Overview of dietary supplements on patients with type 2 diabetes. Diabetes & Metabolic Syndrome: Clinical Research & Reviews, 2020, vol. 14, no 4, p. 325-334.
ZHANG, Shi-ying, et al. Effectiveness of coenzyme Q10 supplementation for type 2 diabetes mellitus: a systematic review and meta-analysis. International journal of endocrinology, 2018, vol. 2018.
VALDÉS-RAMOS, Roxana, et al. Vitamins and type 2 diabetes mellitus. Endocrine, Metabolic & Immune Disorders-Drug Targets (Formerly Current Drug Targets-Immune, Endocrine & Metabolic Disorders), 2015, vol. 15, no 1, p. 54-63.
HO, Hsin-Jung; KOMAI, Michio; SHIRAKAWA, Hitoshi. Beneficial effects of vitamin K status on glycemic regulation and diabetes mellitus: A mini-review. Nutrients, 2020, vol. 12, no 8, p. 2485.
COSTELLO, Rebecca B., et al. Do cinnamon supplements have a role in glycemic control in type 2 diabetes? A narrative review. Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, 2016, vol. 116, no 11, p. 1794-1802.
HAMEDIFARD, Zahra, et al. The effects of spirulina on glycemic control and serum lipoproteins in patients with metabolic syndrome and related disorders: A systematic review and meta‐analysis of randomized controlled trials. Phytotherapy Research, 2019, vol. 33, no 10, p. 2609-2621.