¿Puedo desarrollar diabetes?

Contenido del artículo

      • Factores de riesgo de diabetes tipo 1
      • La hipótesis de la higiene
      • Factores de riesgo de diabetes tipo 2
      • Factores de riesgo de diabetes gestacional
      • Conclusión

Esta es una pregunta muy común y tremendamente difícil de responder. Entre otras cosas, porque dependerá del tipo de diabetes, ya que los factores de riesgo para el desarrollo de uno u otro tipo cambian.

Recuerda que la diabetes tipo 1 tiene un origen autoinmune, es decir, es nuestro propio organismo el que ataca al páncreas y provoca un déficit en la liberación de insulina. Además, suele afectar a niños y adolescentes y es bastante difícil de prevenir.

En cambio, la diabetes tipo 2, y en menor medida también la diabetes gestacional, son prevenibles y, en la mayoría de los casos, unos buenos hábitos bastarían para evitar el desarrollo de la patología.

Llegados a este punto, la pregunta que nos surge es: en mi estado actual, ¿Puedo desarrollar algún tipo de diabetes? ¿Qué me predispone a su aparición? Llamamos a estas variables factores de riesgo.

Factores de riesgo de diabetes tipo 1

En la diabetes tipo 1, la genética tiene un papel notable en la predisposición a su desarrollo. El 90% de los pacientes con diabetes tipo 1 muestran los alelos DR4-DQ8 y/o DR3-DQ2. Por tanto, es obvio que la genética predispone.

Pero no todos aquellos con esta genética desarrollarán la enfermedad. De hecho, afortunadamente el porcentaje es bajo. Lo que enlaza con el hecho de que la incidencia de diabetes tipo 1 se ha incrementado en las últimas décadas.

Si la genética no ha variado, pero sí la tasa de diabetes tipo 1, significa que el ambiente en el que vivimos o nuestras costumbres sí han cambiado. En esta línea, llama la atención que:

  1. Los inmigrantes que cambian de país desarrollan tasas similares de diabetes tipo 1 que las habituales en la zona a la que se mudan.
  2. Aquellos con una genética muy similar pero que residen en zonas desiguales económicamente muestran tasas distintas de diabetes tipo 1.

Por tanto, algo sí hay factores que predisponen a su desarrollo. Los detallé aquí, pero vamos con una versión resumida.

  • Infecciones víricas, especialmente de enterovirus. Podrían cronificarse y causar el desarrollo de la enfermedad.
  • Una microbiota pobre. La microbiota regula de manera muy profunda el sistema inmune y el desarrollo de la inflamación.
  • El parto por cesárea o la falta de lactancia materna contribuyen a esta microbiota pobre del punto anterior, y se han relacionado con mayor probabilidad de desarrollar diabetes tipo 1.
  • La introducción de algunos alimentos demasiado pronto o demasiado tarde. Se recomienda introducir los cereales, y en particular el gluten, entre los meses 4 y 6 desde el nacimiento. La introducción de tubérculos antes de los 4 meses o de huevos antes de los 8 también se han relacionado con una mayor reactividad autoinmune.
  • Una mala dieta de la madre, especialmente si es pobre en verduras, se asocia a un mayor riesgo.
  • Pobre exposición solar. Sabemos que la vitamina D es un potente inmunomodulador y su fuente principal es la luz solar.
  • Sobrepeso en la infancia. El sobrepeso desde temprana edad provoca un aumento de la resistencia a la insulina y esto podría disparar la autoinmunidad. Además, los niveles altos de glucosa podrían generar glucotoxicidad a nivel del páncreas, acelerando el proceso.
  • Pobre exposición a microorganismos: la hipótesis de la higiene.

La hipótesis de la higiene

Los postulados de esta hipótesis son muy interesantes y tiene cada vez más defensores. Mantiene que la menor exposición a infecciones e infestaciones, en un ambiente cada vez más estéril como el actual, y la menor diversidad de la microbiota, desvía el sistema inmune hacia el ataque autoinmune y la atopía.

Quizá este factor esté relacionado con una menor exposición al ya mencionado enterovirus, que elimina la inmunidad de rebaño y causa el aumento en la incidencia de la enfermedad.

Debemos sumar esto al hecho de que hay menores tasas de enfermedades autoinmunes entre aquellos niños que conviven con mascotas. Por tanto, todo apunta a que cuidar de nuestra microbiota es una idea excelente, y para ello la dieta (especialmente la ingesta de fibra y alimentos fermentados) y la exposición a microorganismos (en la naturaleza) son las principales claves.

Factores de riesgo de diabetes tipo 2

Cómo verás, los factores de riesgo que facilitan la aparición de diabetes tipo 2 tienen que ver de alguna u otra forma con nuestros hábitos diarios. Veamos cuáles son:

Mala calidad del sueño

El insomnio aumenta los antojos y el apetito. Es decir, una mala noche no solo provocará que comamos más al día siguiente, sino también que realicemos peores elecciones. El insomnio se relaciona con una mayor ingesta de ultraprocesados y alimentos densos calóricamente.

Tanto una falta de sueño como un exceso predisponen al desarrollo de diabetes tipo 2.

Por otro lado, la mala calidad del sueño debido a la apnea obstructiva del sueño también aumenta el riesgo de desarrollar diabetes. Esta apnea disminuye la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos y causa la aparición de inflamación, ambos factores que provocan resistencia a la insulina.

Depresión

La depresión en sí no afecta a la diabetes, si no sus consecuencias. La depresión disminuye el nivel de actividad física, facilita la ganancia de masa grasa y fomenta peores elecciones alimentarias. Sumado a esto, provoca una mayor activación del sistema nervioso simpático, lo que aumenta la resistencia a la insulina y la inflamación.

Tabaquismo

Aquellos que fuman tienen unas probabilidades 30-40% mayores de desarrollar diabetes tipo 2. La nicotina reduce la captación de glucosa por parte del músculo, lo que contribuye a aumentar la resistencia a la insulina y fomentar la glucotoxicidad debido a los altos niveles de glucosa en sangre.

Hipertensión arterial

La hipertensión arterial aparece como consecuencia de la activación del sistema nervioso simpático (como consecuencia del sobrepeso). Por tanto, si una persona padece hipertensión tiene de forma un conjunto un mayor riesgo de desarrollo de diabetes tipo 2, no por la hipertensión en sí, sino porque las causas que provocan una y otra van de la mano.

Sobrepeso y obesidad

Las personas con sobrepeso y obesidad, y muy especialmente aquellas que acumulan una gran cantidad de grasa en la zona central (grasa visceral), tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Esta acúmulo excesivo de grasa causa la activación del sistema nervioso central y la instauración de la inflamación, lo que aumenta la resistencia a la insulina y predispone al desarrollo de diabetes tipo 2.

Dieta occidental

Una dieta alta en productos ultraprocesados, azúcares, grasas hidrogenadas y saturadas de cadena larga, aceites y cereales refinados y pobre en fibra se relacionan con una mayor probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2.

En cambio, una dieta con alta presencia de verduras y hortalizas, frutas, lácteos fermentados, legumbres y frutos secos se considera protectora contra el desarrollo de la patología.

Dislipemia

La dislipemia es una de las consecuencia de una mala alimentación (y de la instauración de la resistencia a la insulina), por lo que no sería un factor de riesgo como tal, sino una consecuencia como la propia diabetes.

Lo incluyo junto con los factores de riesgo porque la mayoría de los fármacos utilizados contra la dislipemia contribuyen a aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Envejecimiento

El envejecimiento aumenta el nivel de inflamación de forma natural. Además, suele ir acompañado de una disminución de la masa muscular y un aumento de la masa grasa, lo que empeora la sensibilidad a la insulina.

Todos estos procesos facilitan el desarrollo de diabetes tipo 2. Sin embargo, curiosamente el envejecimiento solo predispone a desarrollar diabetes en aquellos con sobrepeso. En el lado opuesto, aquellas personas que son activas y muestran buenos niveles de grasa muestran un riesgo reducido, pese a la edad.

Inactividad física

El sedentarismo disminuye la sensibilidad a la insulina. Además facilita la pérdida de masa muscular y la ganancia de masa grasa, cuyas consecuencias hemos visto en el apartado anterior.

En esta línea, un gran número de horas sentado o acostado al día, independientemente de la práctica de ejercicio físico en momentos puntuales, dispara las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2.

Historial familiar de diabetes

De nuevo, el componente genético marca su importancia. Aquellos cuyos familiares directos (padres o hermanos) sufren diabetes tipo 2 tienen mayores probabilidades de desarrollarla.

Este es el primer factor de todos los que hemos visto que nos es prevenible. Motivo de más para evitar esos otros factores que sí podemos eliminar.

Factores de riesgo de diabetes gestacional

Igual que en el caso anterior, la mayoría de las claves está en los hábitos que sigamos día a día. Casi la mitad de los casos de diabetes gestacional serían prevenibles con unos hábitos adecuados, y más del 70% de los casos remiten al modificar ciertos hábitos.

Edad avanzada de maternidad

Mujeres mayores de 40 años tienen el doble de riesgo de sufrir diabetes gestacional que aquellas menores de 30, especialmente si el bebé es varón, ya que suelen tener un tamaño mayor y por tanto la exigencia a la mamá gestante también es mayor.

Sobrepeso y obesidad

Es el factor más influyente. Aquellas mujeres que sufrían de sobrepeso u obesidad antes del embarazo tienen más probabilidades de desarrollar diabetes gestacional y todas las consecuencias que acarrea.

Dieta occidental y sedentarismo

Podría calcar lo dicho en los apartados anteriores correspondientes. Los patrones de dieta occidental se asocian a un mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional, y en cambio un patrón estilo mediterráneo, con una gran presencia de legumbres, verduras y frutas es protector.

Además, bajos niveles en sangre de las vitaminas C y D se relacionan con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.

Por otro lado, un nivel alto de actividad física tanto antes como durante el embarazo se relaciona con una menor probabilidad de desarrollar diabetes gestacional.

Resistencia a la insulina

Altos niveles de triglicéridos, bajos niveles de colesterol HDL, hipertensión, un valor alto de la hemoglobina glicada (HbA1c) o elevada glucosa en ayunas, todos signos de resistencia a la insulina, se relacionan con una mayor probabilidad de desarrollar diabetes gestacional.

En esta línea, aquellas mujeres que padecen el síndrome del ovario poliquístico (SOP) suelen mostrar resistencia a la insulina, por lo que el SOP es un marcado factor de riesgo.

Historial familiar de diabetes

Como es obvio, la genética también tiene un papel relevante. Aquellas mujeres con casos de diabetes en la familia, especialmente si son de primer grado, tienen una mayor probabilidad de desarrollar diabetes gestacional, por lo que deben mostrar si cabe mayor precaución.

Finalmente, tanto el haber padecido diabetes gestacional con anterioridad, como el haber dado a luz a un bebé con un peso superior a 4 kg, son 2 factores de riesgo muy severo a tener en cuenta.

Conclusión

Dicho de forma simple, todas las formas de diabetes se podrían prevenir, en un elevado porcentaje, y en mayor o menor medida según el tipo de diabetes, si nos acercáramos más al ambiente en el que hemos evolucionado como especie.

Nuestros hábitos y formas de actuar tienen un gran impacto sobre nuestra composición corporal, nuestro metabolismo y nuestra microbiota, componentes claves de la diabetes en todas sus formas.

 

Referencias:

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MCINTYRE, H. David, et al. Gestational diabetes mellitus. Nature reviews Disease primers, 2019, vol. 5, no 1, p. 1-19.

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