Contenido del artículo
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- Estatinas qué son
- Efectos adversos de las estatinas
- Cuál es la mejor estatina
- Conclusión
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Las estatinas son una familia de medicamentos utilizados para disminuir los niveles de colesterol en sangre, especialmente para reducir los niveles de colesterol LDL, conocido popularmente como el colesterol malo y del que te hablé hace unas semanas.
Lamentablemente, las estatinas son uno de los medicamentos más prescritos y consumidos a nivel mundial. De hecho, ocupa el puesto número 2 en Estados Unidos, y en España también están obviamente entre los más vendidos.
Como habrás pensado, que sea el segundo medicamento más consumido en Estados Unidos, siendo este el país del mundo con mayores tasas de sobrepeso, obesidad y resistencia a la insulina, no es casualidad.
En cualquier caso, que no me quiero desviar, las estatinas son prescritas para disminuir los niveles de colesterol en sangre, con la idea de disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, tiene otros beneficios, y también varios efectos adversos qué debemos tener muy en cuenta. Además, sus beneficios pero sobre todo sus efectos adversos cambian con el tipo de estatina. Vamos a verlo.
Estatinas qué son
Como he dicho, las estatinas son medicamentos prescritos con el fin de reducir el colesterol LDL y por tanto el riesgo de enfermedad cardiovascular. ¿Cómo? Bien, al reducir el número de partículas LDL, se reduce las probabilidades de formación de placas de ateroma.
Además, también tienen un efecto positivo (aunque no tan marcado) sobre los niveles de triglicéridos (TG) y de colesterol HDL (“el bueno”).
Si te estás planteando si son eficaces, la respuesta es que sí. Si acudimos a los estudios, estos muestran de forma casi unánime que efectivamente reducen el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
Dentro de la familia de las estatinas, podemos dividirlas según su naturaleza: lipofílica (huye del agua, como el aceite) o hidrofílica (perfectamente miscible con el agua). Sin embargo, la clasificación más común es según su potencia:
- Las más potentes: Atorvastatina, rosuvastatina.
- Potencia media: simvastatina, pravastatina.
- Las menos potentes: fluvastatina, lovastatina.
Actúan mediante la inhibición de la enzima HMG-CoA reductasa. Es decir, no dejan que trabaje, impidiendo así la síntesis de colesterol. Esto puede parecer positivo, pero también tiene sus consecuencias, como veremos más adelante.
Finalmente, también se han observado beneficios sobre la función endotelial, estabilización de las placas de ateromas, efectos antitrombóticos y antiinflamatorios y reducción en el riesgo de Alzheimer y otras demencias.
Sin embargo, no todo iban a ser buenas noticias. Las estatinas también tienen un lado oscuro. Muestran diversos efectos adversos que pueden provocar que dejamos de verlas de color de rosa. Vamos a verlos en profundidad.
Efectos adversos de las estatinas
Estatinas y dolor muscular
Una gran cantidad de personas muestran síntomas musculares poco después del inicio de la toma de estatinas, fenómeno que recibe el nombre de miotoxicidad. De hecho, este tipo de síntomas son la causa más común de efectos adversos, alrededor del 70% de los reportados.
Dentro de estos síntomas, encontramos distintas patologías: Mialgias (dolores musculares, el síntoma más común), miopatía (patología muscular), miositis (inflamación de los músculos) o rabdomiólisis (descomposición muscular, muy grave). Además, también se ha reportado dolor articular y problemas en los tendones.
Los síntomas musculares más frecuentes se dan en ambas piernas, y pueden aparecer tanto en reposo como con cualquier mínimo esfuerzo, aunque son más frecuentes a la hora de practicar algún ejercicio físico.
Respecto al motivo, parece que no hay una única causa, sino que hay varios mecanismos que intervienen. Por un lado, la menor disponibilidad de colesterol provoca una disminución de la fluidez de la membrana celular.
Por otro lado, al inhibir la síntesis de colesterol también se inhibe la síntesis de algunos de sus precursores como el mevalonato, necesario para la síntesis de Coenzima Q10, cuyo déficit tiene una gran relación con la aparición de síntomas.
La Coenzima Q10 es un potente antioxidante, esencial para que la mitocondria funcione correctamente. Que sus niveles estén disminuidos puede impedir que las células obtengan energía de forma óptima.
Aunque hay otros mecanismos que no citaré por no complicar el artículo, se ha observado en estudios in vitro que las estatinas favorecen la apoptosis de células musculares al impedir su capacidad regenerativa. Es decir, que predisponen a su muerte.
Finalmente, hay ciertas situaciones que aumentan el riesgo de sufrir miotoxicidad. Una de las más importantes es sufrir diabetes tipo 1, aunque sufrir hipotiroidismo o hipertensión también lo aumenta. El consumo concomitante de corticoides multiplica por 2 o por el 3 riesgo.
Llegados a este punto es necesario aclarar que los efectos sobre las células musculares son dosis dependientes, por lo que una dosis menor de una estatina más potente podría suponer menos riesgo que una dosis mayor de otra menos potente.
Estatinas y diabetes tipo 2
Pero estos efectos adversos no son los únicos. Los últimos estudios apuntan a que favorecen el desarrollo de diabetes tipo 2. ¿A qué se debe este aumento del riesgo en la mayoría de las estatinas?
Se ha visto que el consumo de estatinas causa un aumento de los valores de hemoglobina glicada y de los niveles de insulina en ayunas, y una disminución de la sensibilidad a la insulina. Es decir, aumentan la resistencia a la insulina.
Como en el caso anterior, hay distintos mecanismos propuestos. Por un lado, parece que las estatinas tienen efectos tóxicos sobre las células encargadas de liberar insulina. Además, reducen la captación de glucosa en el músculo, el principal regulador de los niveles de glucosa en sangre.
Por el otro, parece que disminuyen la sensibilidad a la insulina en el tejido adiposo, lo que dificulta que se almacenen las grasas y facilita que se liberen a la circulación.
Inesperadamente, debemos sumar otro actor a la función: el glucagón. La dificultad en la liberación normal de insulina que causan las estatinas facilita que los niveles de glucagón estén anormalmente elevados tras la ingesta.
Ya sabes que el glucagón provoca un aumento de los niveles de glucosa en sangre, por lo que, si a este hecho le sumamos una menor sensibilidad a la insulina y una mayor dificultad para liberar más insulina, tenemos el cóctel completo.
Estas son las causas por las que el consumo de estatinas aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. En este caso, y de nuevo, mayores dosis se asociaron a mayores probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Estatinas, función cognitiva y problemas de sueño
Las estatinas reducen la cantidad de colesterol LDL oxidado, lo cual tiene efecto neuroprotector, lo que se traduce en un menor riesgo de demencia y de desarrollo de Alzheimer.
Sin embargo, algunos pacientes reportan síntomas como confusión, cambios de humor o pérdida de memoria, los cuáles deben tenerse en cuenta y causar un cese de la medicación.
Esto podría deberse a una menor actividad de la serotonina derivada de la menor disponibilidad de colesterol. Además, este mismo motivo podría afectar a la formación de membranas neuronales y sinapsis nerviosas, aunque esto es solo una hipótesis.
Por otro lado, es frecuente también el desarrollo de problemas relacionados con el sueño, como despertares o dificultad para conciliarlo o mantenerlo. La causa no se conoce con exactitud, aunque algún estudio apunta a que interfieren con nuestros ritmos circadianos.
Estatinas y disminución de testosterona
La testosterona se produce a partir de moléculas de colesterol. Al reducir la cantidad de colesterol disponible, la síntesis de colesterol puede verse reducida. Por ejemplo, veamos un estudio en personas con diabetes tipo 2 divididas en 2 grupos: las que consumían estatinas y las que no.
Pues bien, las que lo consumían estatinas mostraban niveles más bajos de testosterona total, de forma dosis dependiente (es decir, a mayores dosis de estatinas, menores niveles de testosterona).
En otro estudio con casi 4200 hombres, aquellos que consumían estatinas mostraban menores niveles de testosterona, después de ajustar por edad, IMC, enfermedad cardiovascular, diabetes, hipertensión y niveles de estradiol.
Esta disminución de testosterona podría estar detrás de la aparición de ginecomastia o de la disminución de la lívido, potencia y fertilidad registrada en pacientes.
Estatinas y daño renal
También se ha observado un aumento del riesgo de toxicidad hepática y renal. A nivel del hígado, en algunos casos se ha notificado un aumento de transaminasas y a veces también de la bilirrubina, lo que conlleva el cese en la toma del medicamento.
Por lo que respecta al riñón, se ha notificado la presencia de proteínas en la orina, debido a una disminución en la recaptación de una conocida proteína sanguínea, la albúmina.
Cuál es la mejor estatina
No todas las estatinas muestran la misma frecuencia de efectos adversos. Las estatinas con mayor reporte de miotoxicidad son la simvastatina y la atorvastatina, siendo la pravastatina y la fluvastatina las menos reportadas.
Por lo que respecta al desarrollo de diabetes tipo 2, una revisión de ensayos apunta a que el consumo de atorvastatina, simvastatina y rosuvastatina aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 un 13-14%. En cambio, pravastatina parece que disminuía el riesgo un 16%, mediante un aumento de la sensibilidad a la insulina. Sin cambios con fluvastatina o lovastatina.
Si nuestro punto de mira está a nivel cognitivo, las estatinas que con mayor facilidad atraviesan la barrera hematoencefálica (la barrera de acceso al cerebro) son la simvastatina y la fluvastatina. En cambio, tanto rosuvastatina como pravastatina no pueden atravesarla por su naturaleza hidrofílica.
Por tanto, parece que es la pravastatina aquella con menos efectos adversos y suficiente potencia, aunque siempre tenemos que individualizar según las características y necesidades de cada uno.
Conclusión
Normalmente, personas con niveles altos de colesterol LDL muestran un perfil de malos hábitos y resistencia a la insulina, con lo que sus partículas LDL estarán oxidadas y serán pequeñas. En este contexto, sí, será positivo reducir el número de partículas.
Por tanto, está claro que en estas personas las estatinas reducen el riesgo de enfermedad cardiovascular respecto a no tomarlas. Y también que, como todo fármaco, tienen efectos adversos que debemos tener en cuenta, y que afectan sobre todo al tejido muscular y al riesgo de desarrollar diabetes.
Pero, y dejo la pregunta en el aire, ¿crees que las estatinas tienen un efecto protector mayor al de un completo y profundo cambio de hábitos?
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